En nuestro último taller de liderazgo, hablamos del apasionante tema del Networking.
Se dice que el 85% de los resultados en cualquier ámbito de tu vida los consigues a través de tus relaciones, es por ello, que es crucial ser experto en este arte.
Además, la teoría de redes establece que cualquier persona puede estar conectada a cualquier otra a través de una cadena que no tiene más de cinco intermediarios (conectando a ambas personas con sólo seis enlaces).
En otras palabras, cada contacto nuevo te acerca en forma exponencial a conseguir tus sueños o metas.
Ahora bien, el primer obstáculo que existe para cualquier relación nueva es el acercamiento inicial, lo que habitualmente conocemos como, Romper el hielo. Y para esto, hicimos el siguiente ejercicio: Formamos grupos de 2 personas que nunca se hayan visto antes y la consigna fue que hablaran entre ellos por 2 minutos.
Lo que paso fue muy interesante, te comparto las conclusiones:
Lo primero que sucedió fue que se hicieron las preguntas básicas: ¿Cómo te llamas?, ¿de dónde eres?, ¿a qué te dedicas? etc. Las famosas small talks o charlas triviales.
Esto continuó hasta que en un momento, ambos conectaron con algún tema, por ejemplo, gente que vivía en la misma zona, gente que estudio la misma carrera, etc. Encontraron un punto en común y se quedaron hablando sobre él. Es ahí, donde se achica la brecha, es decir, ya se conocen y además tienen algo en común. A los seres humanos nos encanta tener cosas en común, nos encanta sentirnos reconocidos.
Luego las charlas siguieron fluyendo y ya nadie sabía cómo había comenzado.
Lo curioso fue que al principio había un poco de tensión en el ambiente, un poco de incomodidad, pero al final, la gente, literalmente, no paraba de hablar, es más, tuve que pedir 3 veces que se detuvieran para continuar con el taller.
En este punto, podemos hacer la siguiente reflexión:
Romper el hielo es mucho más fácil de lo que pensamos y todos sabemos cómo hacerlo.
La magia es que una vez que lo haces y encuentras un punto en común, luego todo fluye.
Cuando quieras contactarte con alguien y tengas dudas en hacerlo, siempre hazte la siguiente pregunta: ¿Qué es lo peor que puede pasar si la persona no tiene interés?
Para concluir hazte esta última pregunta:
¿Cuántas oportunidades he perdido por no romper el hielo, por no haber dado ese pequeño primer paso?
Desde hoy decide no perder ninguna oportunidad más.
